Luis Ángel, de 20 años, desapareció en la noche en que salió de la universidad junto a sus compañeros, dirigiéndose al bar «Una y Ya». Sin embargo, después de pasar un tiempo en el establecimiento, fue expulsado por el personal de seguridad y desde entonces no se supo más de su paradero.
Su madre, María Luisa Hernández, ha expresado su desesperación y ha solicitado a las autoridades que revisen las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona. La señora Hernández sospecha que las imágenes podrían proporcionar pistas cruciales sobre lo que le ocurrió a su hijo.
Las investigaciones continúan, mientras la familia y amigos de Luis Ángel esperan respuestas que les permitan entender la tragedia que ha golpeado a su hogar.